Si bien es cierto que de hace relativamente poco tiempo es cada vez menos complicado conseguir una guarda y custodia compartida sobre los hijos menores comunes en supuestos de separación, divorcio, o medidas derivadas del cese de la convivencia, no es menos cierto que la prueba en el procedimiento contencioso es crucial.

El Tribunal Supremo ha venido definiendo y puliendo los requisitos mínimos que ha de reunir el caso en general para adoptar esta decisión.

La prueba en derecho de familia es fundamental, y sin ella, es prácticamente imposible pretender éxito en peticiones tan sensibles y determinantes como es la custodia de menores.

A la hora de pretender pedir la custodia compartida, o bien de defender la custodia exclusiva hay hitos muy importantes que si cuentan con una prueba sólida, pueden ser definitivos:

  • Los horarios laborales de los progenitores, pues se trata de demostrar si disponen de tiempo para atender al menor, y si ese tiempo es de calidad. Esta prueba es básicamente documental.
  • La proximidad entre domicilio, trabajo y centro escolar. Esta cuestión no es compleja de demostrar.
  • Arraigo familiar con la familia directa del progenitor y la ayuda que le pueda prestar.
  • La dedicación pasada a la familia. Aunque esta cuestión no nos parece determinante.
  • La responsabilidad parental ante situaciones de crisis familiares. 
  • Opinión de los menores. ¡Ojo aquí!, porque esta cuestión es muy delicada. Los menores no deben participar, ni ser parte de una “lucha por la custodia”. Una cosa es saber su opinión de una forma no invasiva (exploración judicial), y otra muy diferente es hacerles sentir parte con las gravísimas consecuencias y secuelas que pueden quedar.
  • Capacidad económica. Recursos de los progenitores.
  • Salud.
  • Prueba psicosocial (que cada vez se realiza menos pues este tipo de custodia se está normalizando).
  • Etc…

Estos son algunos ejemplos de batería probatoria que puede ayudar a defender las peticiones a favor o en contra de la custodia compartida.

En cualquier caso, es fundamental contar con un buen profesional experto en la materia. Es el especialista el que va a saber construir una merecida defensa. Ese es el abogado de familia. En nuestro despacho encontrarás asesoramiento especializado en derecho de familia, no dudes en consultarnos, rellena el formulario y un abogado experto se pondrá en contacto contigo.

Pero lo más importante, prioritario y determinante, sin lugar a dudas es “el interés superior del menor” que debe estar siempre por encima del capricho de las partes. Y eso, a veces, no es sencillo de probar.